Amé las Cosmicómicas de Italo Calvino.
En el prólogo de alguna edición cuentan cómo es que él se inspiró para cada relato. Según esta redacción leía mucho sobre temas científicos (amaba la astronomía) y había noticias particulares que le desbocaban la imaginación.
Así que esa primera línea en cursiva que se lee en cada relato (paratexto), es la semilla científica germinadora de cada uno de ellos.
Inspirada en las cosmicómicas, hoy intentaré comenzar microcuentos de a lo más 140 caracteres (TW @ElisaT_) con algún sesgo científico.
Sin pretensiones, nada más por puro gusto y admiración a Calvino.
Que comience la aventura.
Elisa T. (ET)
